MORIR PARA VIVIR
Deseo
contarles la historia
Aquella,
cuando las lágrimas casi ahogaban mi memoria
Aquella,
en esa noche de luna muerta en la que lloraba
Jurando
regresar a esa vida pasada
Y
tan anhelada
Deseando
ver a mi niña,
Esa
bella que sonreía
Aquellos
ojos, y esa mirada sombría.
Como
si hubiera sido creada de azúcar morena
Tenía
la piel oscura como arena
Y
tanta era su dulzura
Que
su alma bella y pura
Fue
arrebatada por aquel maldito cura
“No
llores lindura,
Que
yo estaré contigo
Hasta
que lo bueno perdura”.
Tus
padres,
Quienes
nuestro amor no aprobaron
Jamás
imaginaron
Que
ese mismo día
Planearíamos
nuestra huida
Y tu
hermana adorada
Fue nuestra
única aliada.
Si
algo yo sabía,
Era que
tu madre nos condenaría
A vivir
una vida
Que a
ambos desgraciaría.
Nadie
entendería
Lo que
yo por ella sentía,
Jamás
imaginaría
Que por
ella moriría
Para
despertar en otra vida,
En una
tan bendecida
De despertar
cada mañana
Y verla
bajo la luz encendida
Así,
bien dormida,
Con
la mente perdida
Mientras
sueña suspendida
En la
felicidad que vivimos
Cada
día de nuestras vidas.
Yo
sin riquezas y con miedo al costumbrismo
El mismo
temor de caer al abismo
Soñando
un mundo apartado de la realidad
Allí
se nos va la identidad
Acompañándola
va,
lo
poco que nos queda de dignidad.
Cada
vez la distancia es más estrecha
Entre
tú y yo
Mi niña
arrecha
Sin
saber que se acerca la fecha
En que
nuestras almas quedarán desechas.
Que
nadie se atreva a contradecir
Pues
así lo podemos decidir
Con
un cuchillo me arranco el corazón
Y es
que, sin ti mi amor
He perdido
la razón.
Y
allí estaré esperándote
Para
tu mano tomar
Y
sonrientes avanzar
Hasta
llegar a ese hermoso altar
En
donde nuestros cuerpos deseaban ser
Uno
mismo y así, Volver a nacer.
Que
nadie se atreva a decir,
Que
jamás podría morir
Desde
que te vi partir,
Te
acompañaré para compartir
Aquellos
sueños que tanto deseábamos vivir.
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